Mientras las diferentes administraciones, central, autonómica y local, rebajan o anulan los impuestos que afectan a las rentas más elevadas (como el impuesto de patrimonio), por otro lado aprueban subidas de tasas e impuestos indirectos (que afectan a todos los ciudadanos por igual) sobre bienes y servicios de primera necesidad, muy por encima del IPC pasado o previsto. Y el Ayuntamiento de Madrid, en situación de bancarrota provocada por los megalómanos e inútiles proyectos de su alcalde Ruiz-Gallardón, ha superado todos los límites, implantando incluso nuevas tasas como la de basura, cuyo montante ya estaba incluido en el IBI. Con estas actuaciones ha dejado pequeño a su colega alcalde de Salamanca, también del PP, a quien los vecinos mostraron una enérgica contestación que llegó incluso a Madrid [...].
Esta situación injusta requiere de una contestación contundente por parte de los trabajadores y vecinos en general. Condiciones hay más que de sobra. Pero la preparación y convocatoria de una protesta debe hacerse con algo más que un mero correo electrónico. Para conseguir una buena movilización se necesita una preparación previa, celebración de asambleas de AAVV en las que se discutan contenidos, formas y calendarios más adecuados, y en las que se adquiera el compromiso colectivo de sacar adelante la movilización, trabajándola cada uno en su barrio.
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