
La retracción del consumo disminuye los pedidos, hace reducir la producción y provoca un incremento del paro. Esto hace bajar más el consumo e inicia un peligroso círculo vicioso. Deben intervenir también los gobiernos, inyectando dinero para estimularlo. Dinero de todos, no lo olvidemos.Hay dos preguntas clave. ¿Algunos de los recursos que se destinan a los bancos podrían tener mejor efecto si fueran directamente a la economía real? ¿Cuál es el modo más eficaz de reactivar con fondos públicos, y por tanto hacia dónde deben dirigirse?